El clima le volvió a jugar una mala pasada a TC del Litoral, que como integrante de las CUSE (Categorías Unidas del Sur Entrerriano), sociedad que integra con Citroën Competición y KAG- decidió saltear setiembre para volver 11 y 12 de octubre en la penúltima doble jornada del año.
En agosto si hubo acción, en un fin de semana de pura intensidad: dos finales en la Clase A que coronaron a dos nuevos ganadores –que ya sabían ello en la divisional menor- y una Clase B que repartió gloria entre Chevrolet negro y Chevrolet blanco. Luciano Fiorotto selló su estreno triunfal y se afirmó como líder, mientras que Andrés Kohlmann escribió su propia página con una victoria histórica. En la menor, Santiago Pasquale y Patricio López hicieron vibrar al público con desenlaces cambiantes y cargados de emoción.
FIOROTTO INMUTABLE, ROMERO SORPRENDE
Luciano Fiorotto no dejó dudas en la primera final de la Clase A. El piloto ex karting se aferró a la punta desde el arranque y, pese a los múltiples golpes de escena detrás suyo, se escapó en la vuelta final tras el relanzamiento del auto de seguridad. Fue su primera victoria en la divisional mayor, en apenas siete presentaciones, consolidándose por entonces como líder del campeonato, antes de escribirse la octava página del año.
Pablo Kohlmann fue en búsqueda de Fiorotto, en el inicio de esa vuelta 6, pero en el opuesto –con problemas que derivarían en su abandono- cayó al P5 detrás de su hermano Andrés (actual campeón de la Clase B), que saltaba desde el 4º; Coty Pasquale y Nico Piazza.
Casi inmediatamente después Piazza iba al límite con Pasquale, tanto que los dos perdieron: el primero desertando y el otro siendo superado por JM Farabello y Carlos Romero.
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Pero la intervención del auto de seguridad, para que se procediera a retirar el de Piazza, los “amontonó” para empezar de nuevo y terminar enseguida porque solo quedaba una vuelta y fracción porque aquel los liberó en pleno tránsito por el curvón. Fiorotto aguantó unos metros y se escapó al toque para dirigirse ya sin oposición a su primera victoria en la Clase A, en su séptima incursión, para consolidar más su condición de líder del campeonato, a la vez que Caio Romero también redondeaba su mejor actuación en la divisional al arrebatarle a su cuñado JM Farabello la segunda colocación; el ex bicampeón de la Clase B, Yamil Dubs, ratificaba su 4ª posición, y Pasquale se recuperaba parcialmente al dejar 6° a Andrés Kohlmann, detrás de quienes también sumaban Ayrton Mogni (de retorno, recuperado del accidente del 1 de junio), Ariel Delgado (otro que volvió) y Joaquín Casagrande, quien así se “quedaba” con la pole de la otra final, por el sistema de largada de orden invertido entre los clasificados que implementa la categoría.
ANDRÉS KOHLMANN ESCRIBIÓ SU PROPIA PÁGINA
La segunda final ofreció un libreto distinto. Con 15 autos en pista, los abandonos tempranos de Casagrande, Mogni, Fiorotto, Veronesi y Mostto redujeron el parque a menos de la mitad en pocos giros. En ese contexto, Andrés Kohlmann construyó una victoria inolvidable: largó quinto, realizó una salida impecable y se escapó en la punta hasta la bandera a cuadros. Fue su primera conquista en la Clase A, convirtiéndose en el sexto ganador distinto del año.
Otras tres deserciones (Nico Piazza, Enrique Bazzini y Nico Albornoz, ganador de la fecha 2), habían dejado solo 6 máquinas para la segunda mitad de la prueba.
No pudo repetir Carlos Romero, que perdió terreno al ir al trompo como consecuencia de un toque del auto de Pasquale, que llevó a la deportiva a reclasificarlo 4º delante del piloto de Baradero, cerrando el escueto clasificador Pablo Kohlmann con la 6ª colocación.
Alejado de esa fragorosa lucha, Andrés Kohlmann edificó su primer gran éxito en la divisional mayor de TC del Litoral, convirtiéndose en el sexto ganador del año. Para JM Farabello era la 2ª colocación, saliendo airoso de la discusión que mantuvo –en diferentes tramos- con Delgado, Caio Romero, Pasquale y Yamil Dubs, que llegó 3º pero fue excluido por maniobra peligrosa en la primera vuelta (a Casagrande) y –más adelante al bonaerense.
CLASE B: PASQUALE Y LÓPEZ, DUEÑOS DE LA FIESTA
La divisional menor también regaló emociones a pleno. Dos que ya sabían de ganar este año, se impusieron en las respectivas finales: Santiago Pasquale y Patricio López, uno con Chevrolet 400 de color negro y el otro con su blanca Chevy.
El de Baradero, con trompo y despiste de por medio, que lo llevó a perder el liderazgo con Nico Vera (autor de la pole) al que había madrugado en la largada y que desertó poco después de haber llegado a la punta.
Se destacó también el ex TCPE, Sebastián Almada (Chevy), ganador de la fecha 2, que arribó 2º tras subir ubicaciones, superando como último escollo a Cristian Reverdito, que fue 4º con el Ford. Aprovechando el despiste de éste en la última vuelta, en el medio se metió también el Pato Patricio López, que se preparaba para más tarde subir los otros dos escalones del podio, mientras que el debutante Adrián Waisten sorprendió con un 5º puesto.
En la segunda, el protagonismo fue para Patricio “Pato” López y su Chevy blanca. Desde atrás fue escalando posiciones y en las últimas curvas protagonizó un mano a mano memorable con Reverdito, al que superó en la recta final tras un desacomodamiento del Ford. Kevin Alcaraz (Torino) heredó el segundo lugar, relegando al propio Reverdito al tercero. Más atrás arribaron Richard Moris, Nico Vera, Pasquale y Sebastián Marconi.
Un desenlace impresionante para una carrera de altas emociones que significó el segundo éxito 2025 del Pato Patricio López, lejos en los inicios, pero arriba al final, para mantener encendida la llama del campeonato al que –descartada la doble jornada de setiembre- le restan cuatro finales y puntaje por 4,5.
BALANCE DE LA DOBLE JORNADA
El TC del Litoral dejó dos capítulos de pura adrenalina. Fiorotto se afirmaba como líder con su estreno triunfal, pero no lograba sumar luego, mientras Andrés Kohlmann se sumaba a la lista de ganadores y en la Clase B, Pasquale y López volvieron a brillar para mantener encendida la pelea por el campeonato.
El certamen aún promete cuatro finales, con puntaje y medio la última. Las cartas están lejos de estar jugadas.