La espera para Ramiro Albisu terminó este domingo 21 de mayo, cuando se hizo de la tercera final del año, no sin antes pasar por una serie complicada en la que le costó hacer pie en una pista húmeda. Espera como el único tricampeón de la carrera que consiguió su primer éxito en esa condición.
Demorado había sido el arribo del paranaense al autódromo de Paraná, por problemas que pudo salvar en el camino desde Santa Fe ciudad, donde reside. Después de un sábado de paso cambiado, que se prolongó hasta la disputa misma de la serie, el sol alumbró la victoria del nuevo líder del campeonato que fue el último en decir presente de los 60 que corrieron en Paraná, incluidos los 32 de SP Nueva Generación y los 14 de la Fórmula Renault Entrerriana.
El dominador en la previa había sido el entonces líder del campeonato, Alejandro Cisneros, que resignó tal condición al desertar en la final (motor) con apenas 6 de las 16 vueltas pactadas, luego de haberse turnado en el liderazgo con Martín Miraglio y Luciano Sendros, respectivos 2º y 3º del clasificador definitivo.
Acostumbrado a engrillarse en los primeros cajones, esta vez Albisu lo hizo en el 8º, desde donde se fue haciendo lugar para –auto de seguridad mediante que esfumó todas las diferencias- ir definitivamente por Sendros y en los circuitos finales dirigirse a su primer éxito como tricampeón, con el motor 850 de la divisional que llevaba tres carreras sin éxitos por la intervención de Rubén Degeneve en el coronación 2022 y de Cisneros en las dos primeras instancias de este año.
Siempre protagonista, Maxi Turano esta vez fue 4º, dejando 5ª al retornado Rodrigo Miraglio con auto propio que en las dos anteriores manejara el ausente Alejandro Cuestas.
En el intento de regresar a los primeros planos, Mariano Mendiburo fue 6º, delante de Rubén Degeneve –que esta vez no pudo prenderse en el pelotón de punta- Néstor Guerrero, Guille Viollaz y Claudio Mattiacci.
De los tres que pararon, el primer desertor había sido Gonzalo Salas, y el último Exequiel Rolon, cuya detención en el sector de la olla obligó a girar al auto de seguridad, con los consiguientes golpes de escena posteriores, el más importante de los cuales desembocó en el triunfo del campeón.