Ni el despiste del viernes, ni el trompo del domingo. Nada pudo frenar el regreso triunfal de Román Kroh al escalón más alto del podio. En el rugido del Parque Autódromo “Ciudad de Concordia”, aun con pocas máquinas la Fórmula Entrerriana volvió a encender pasiones con una carrera que combinó tensión, drama y redención.
Bajo la tutela organizativa del Autódromo de Concepción del Uruguay, que tiene a su cargo también Competición Especial Entrerriana, la categoría —que renació tímidamente 2023— vivió una jornada intensa el domingo 20 de julio, con ocho pilotos y siete máquinas que desafiaron el trazado concordiense.
Pero la historia del día —y quizá del campeonato— la escribió Kroh, con tinta de adrenalina y temple. Todo empezó el viernes, con apenas unas pocas vueltas que bastaron para marcar territorio, terminando con una tuerca rota y despiste en entrenamientos que parecía poner todo en jaque. ¿Final anticipado? Para nada. Con más contratiempos en el medio, una tornería de Concordia se convirtió en aliada silenciosa: contra reloj, fabricaron una nueva pieza que le permitió clasificar… ¡y quedarse con la pole por medio segundo!
En la serie, la solidez de Kroh se impuso sin sobresaltos. Escoltado por Agustín Ferreyra, su gran rival del certamen, estiró la ventaja en puntos. Atrás quedaba Emilio Villanova, que venía dulce tras su primera victoria y soñaba con repetir.
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Campeonato Fórmula Entrerriana I 4 fechas de 8 – Acelerando Entre RíosPero la final, como toda buena historia, se tejió con giros inesperados.
📉 De la pole a la cuarta posición en la largada.
⚡ Una curva dos caótica, un doble trompo de Emilio Villanova y un abandono que barajó todo.
🎯 Kroh atacó, superó y volvió a caer por un trompo propio.
Y sin embargo, volvió.
A falta de cuatro vueltas, ya era otra vez segundo. Y cuando la bandera parecía lejana, en la penúltima vuelta, fue al frente. Primero lo intentó. Luego, en plena recta principal, ya en la última, lo logró: maniobra decisiva para dejar 20 a Agustín Ferreyra y ya no encontrar más obstáculos hacia la victoria.
Así fue como Román Kroh selló su tercer triunfo en cuatro presentaciones, consolidándose como figura, revelación y favorito de una categoría que sigue en carrera de la mano de un puñado de equipos y pilotos.
El podio se completó con Leonardo Rey, el correntino de Monte Caseros que se repuso también de un trompo. Más atrás, cerraron Leandro González, debutante en reemplazo de Brisa Ramos, y Bautista Forclaz, que había partido desde boxes.
🎙️ Kroh no solo ganó una carrera. Ganó más respeto. Volvió a emocionar. Y dejó claro que lo suyo no es suerte: es talento, trabajo… y coraje para levantarse tres veces en un mismo fin de semana.
¿CON QUÉ NECESIDAD?
En tantos años de historia del automovilismo entrerriano, innumerables fueron las veces que en la grilla se alistaron autos que no integraban la misma categoría, sino de otras que ese mismo fin de semana formaban parte de la programación. Aunque solo hacían unos pocos metros y la situación de por sí era irregular, desde el mismo momento que estaban fuera de reglamento –parcial o totalmente- se disfrazaba así el número de participantes para que la fecha otorgara puntaje.
Con la medida que tiene en cuenta la cantidad de inscriptos (solo 6) y no de engrillados en la final, para que la jornada sea puntuable, aquello se dejó de lado.
Pero lo sucedido en Concordia no tiene antecedentes, al menos que se recuerde: sin necesidad alguna, un mismo auto fue conducido por dos pilotos diferentes en el transcurso de la 4ª fecha de Fórmula Entrerriana. El sábado durante entrenamientos, clasificación y serie por Brisa Ramos; la final (el domingo) por el debutante Leandro González, ante una lesión que sufriera la piloto de Concepción del Uruguay.
Resumiendo: cerrada la inscripción y más allá de mitad del recorrido de la jornada, con la anuencia de los demás pilotos se produjo esta irregular, atípica y antirreglamentaria situación, independientemente de quienes fueron sus protagonistas. Muy afortunadamente en la final no existió accidente alguno que incrementara la gravedad del hecho en sí mismo.