Con 18 protagonistas (8 y 10 en las respectivas clases), por la segunda doble jornada de Citroën Competición la Clase A fue territorio de un Mario Delcausse (19) encendido, mientras la Clase B vio victorias para Sergio Ferroni (123) y Fran Lapido (71) en medio de debutantes y bajas que renovaban la grilla. Siempre en Gualeguaychú, en una los pilotos fueron exactamente los mismos de aquella jornada del 20 de abril, en tanto que en la otra debutaron Maxi Landaburo y Luciano Albornoz, con la única baja de Mariano Bruzzoni.
En la 3 del campeonato, primera de la Clase A de esta jornada. Delcausse y Nico Broggi se aislaron del resto como dos espadas que chocan una y otra vez, sin regalarse nada. Broggi buscó todos los huecos imaginables: afuera, adentro, en el frenaje más agudo o en la tracción más limpia, pero Delcausse fue inmutable, sosteniendo la punta con frialdad.
Detrás de ellos, la remontada fue otro espectáculo: Matías Buschiazzo, sin haber clasificado, largó desde el fondo para terminar en un gran tercer puesto. Su escalada fue ayudada por el “pastoreo” en simultáneo de Alan Kus, Claudio Moretti y Jony Icardo, que se batían sin piedad.
Pero no faltó drama: Matías Melideo —que venía de podio en la fecha anterior— sufrió la traición mecánica de su Citroën al perder la rueda delantera derecha en la curva que conecta con el opuesto, despidiéndose de la carrera en la última vuelta. Así se cerraba la primera final, con Delcausse celebrando y Broggi reclamando incluso ante el comisario deportivo, fiel testimonio de la tensionada carrera.
Y quedaba la segunda final. Allí la parrilla invertida prometía aún más pelea. Melideo —con sus cuatro ruedas ahora firmes— largó desde la pole y se la jugó para picar en punta, seguido de cerca por Moretti. Pero no le dieron tregua: Broggi llegó como un misil para ser escolta tras apenas un circuito, mientras Delcausse ya se ubicaba 4º con la precisión de un francotirador esperando su disparo.
Para la vuelta 3 ya era una lucha sin respiro: Broggi se animaba a la punta y Melideo devolvía el golpe en el opuesto, con Delcausse al acecho. El campeón no tardó en dar el zarpazo: se deshizo de Moretti, recortó los metros que Melideo había ganado y en el curvón le metió el auto por adentro, dejándolo sin respuesta. En la principal y el opuesto siguientes, Broggi también pasaba a Melideo, condenándolo a ver la definición desde el tercer escalón del podio.
La punta ya tenía dueño. Delcausse empezó a marcar una diferencia, mientras atrás el drama seguía: Icardo, Moretti y Buschiazzo se daban con todo por el podio. Buschiazzo abandonó tras la vuelta 7, dejando a Moretti e Icardo el duelo por el 4º puesto. Hubo hasta un trompo de Icardo —pura adrenalina—, pero sin pérdida de posiciones. Melideo aseguraba el 3º, Moretti el 4º e Icardo el 5º.
Lautaro Gallay y Emilio Vaiarini completaban la historia en los puestos 6 y 7.La tercera fecha del año para la Clase B del Citroën Competición dejó mucho material para el análisis, con dos finales intensas, repletas de maniobras, imprevistos y hasta una largada inédita.
La primera final comenzó con una escena atípica: el autor de la pole, Maxi Pérez, partió desde boxes (a raíz de una falla de último momento), pero se incorporó a la pista entre las dos camionetas de rescate que circulaban en la vuelta inicial por protocolo. Un error de coordinación que, afortunadamente, no pasó a mayores.
En pista, Fran Lapido aprovechó para hacerse del mejor lugar de largada, aunque pronto el ex campeón Sergio Ferroni tomó el liderazgo antes de llegar al sector de mixtos del opuesto. Ferroni consolidó así su segunda victoria en tres finales disputadas en el año, con autoridad y ritmo constante.
El duelo entre Walter Horst y Marcos Vera se vio cortado por un trompo de este último. Vera recuperó para terminar tercero en pista, aunque posteriormente fue excluido en la técnica (balanza), dejando a Horst con ese lugar en los papeles.
Maxi Pérez, pese al inicio complicado desde el fondo (10º), logró escalar hasta el cuarto puesto definitivo tras superar a Armando Cleppe y a Horacio “Fantasma” Etchegoyen. Maxi Landaburo llegó a pelear por el cuarto puesto, pero terminó cediendo. Solo seis autos completaron las diez vueltas, mientras Etchegoyen y Ariel Martínez quedaron a una vuelta. Luciano Albornoz (en su regreso tras volcar el 18 de abril) y Cleppe abandonaron en el transcurso.
Sergio Ferroni ya había logrado una sólida segunda victoria en tres finales, mientras Fran Lapido no tenía problemas en conseguir la 2ª ubicación, con la cuarta final del año a la vuelta de la esquina.
Para esa Maxi Pérez partía desde el cajón 1, intentando redimirse tras haber sido 4º en la anterior.
El gran golpe de escena llegó temprano: a Sergio Ferroni se le cruzó el auto antes de las curvas rápidas del opuesto, rozó a Pérez y ambos perdieron ritmo. Pérez se mantuvo en pista en el tercer puesto, detrás de Lapido y Horst, pero Ferroni y Luciano Albornoz quedaron en la tierra arada, volviendo a pista el segundo.
La competencia, con un comienzo desordenado y abandonos tempranos (incluido el de Maxi Landaburo en la primera vuelta incompleta), se reagrupó con apenas ocho autos en pista. Pérez recortó distancia con Lapido en la segunda mitad, pero una falla mecánica recurrente lo retrasó otra vez: perdió contacto con el líder y en la última vuelta fue superado por Horst, quien firmó su mejor resultado en la categoría con un sólido segundo lugar.
Armando Cleppe se recuperó del abandono anterior para finalizar 4º, mientras Horacio Etchegoyen y Ariel Martínez completaron el clasificador.
La bandera a cuadros coronó a Fran Lapido con su primer triunfo del año, consolidándose como animador del campeonato en una Clase B que sigue ofreciendo finales impredecibles y disputadas.