Entre el esfuerzo y la contundencia, la tercera cita del TC del Litoral en Gualeguaychú dejó ganadores en con diferentes matices: el Pato Patricio López y Stefano Veronesi, con triunfos trabajados a pulso; Santiago y Coty Pascuale, con victorias de revancha y autoridad.
Las Categorías Unidas del Sur Entrerriano (CUSE) continuaron el camino de esta temporada el fin de semana del 19 y 20 de julio, con gran afluencia de público que vio reducido el espacio a ocupar después de la lluvia de los días previos, que impidió el ingreso al sector opuesto el autódromo.
El gran momento de la Clase A del TC del Litoral siguió encendido en la tercera cita del año, disputada en Gualeguaychú, con dos finales que tuvieron de todo: una primera carrera intensa, estratégica y con nombres propios peleando hasta el último metro, que fue para Stefano Veronesi, y una segunda marcada por incidentes y neutralizaciones, que dejó la victoria más “tranquila” en la cuenta de Joaquín “Coty” Pascuale.
A PURO PULSO, VERONESI
Con 16 pilotos en pista, la jornada arrancó con la unidad de Stefano Veronesi marcando el pulso desde el primer giro. La largada tuvo su primera pausa rápida por el despiste de Carlos Romero, que obligó al ingreso del auto de seguridad. Antes de esa neutralización, Nico Piazza había sorprendido, superando a Pascuale para colocarse tercero y protagonizar una de sus mejores actuaciones en la especialidad.
Al relanzar en la vuelta 3, Veronesi y el campeón vigente Pablo Kohlmann comenzaron a escaparse, dejando a Piazza en una cómoda tercera posición y detrás un duelo mano a mano entre Luciano Fiorotto y Pascuale, que intercambiaron algunas varias veces. El bonaerense lograría avanzar, pero un trompo le borró las ilusiones y lo relegó en el clasificador.
LA PALABRA DEL GANADOR, STEFANO VERONESI: Facebook
En los giros finales, Kohlmann no dejó de presionar, aunque Veronesi controló cada intento para firmar un triunfo sólido. El podio lo completaron Kohlmann y Nico Piazza, mientras Fiorotto aseguraba el cuarto lugar con puntos importantes para el campeonato. Yamil Dubs cerró el top 5 con su mejor trabajo del año, seguido por Andrés Kohlmann, Joaquín Casagrande, Luis Romero, el propio Pascuale, Marcos Mostto, Mariano Piazza y Diego Campaña.
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Pablo Kohlmann, Stefano Veronesi, Nico Piazza; Stefano Veronesi, Coty Pascuale y Luciano Fiorotto.
CON PILOTO AUTOMÁTICO: JOAQUÍN PASCUALE: (4) Facebook
La grilla invertida prometía emoción, pero apenas se apagó el semáforo la carrera se transformó en un laberinto de incidentes. El primero, en la largada, dejó el pontón derecho del auto de Joaquín Casagrande destrozado y a Diego Campaña —que partía desde la pole por ser el último clasificado de la final anterior— bloqueando y terminando en el pasto en el primer frenaje. Tres vueltas con auto de seguridad fueron apenas el comienzo.
Un nuevo ingreso del AS, esta vez por el despiste de Dubs en la cuarta vuelta, redujo la final a pocos giros efectivos de carrera. En ese contexto, Coty Pascuale, que había largado noveno, salió ileso del caos inicial y, con pista despejada por las neutralizaciones, se llevó la victoria más cómoda de su campaña.
Stefano Veronesi y Luciano Fiorotto -que sigue 1° en el campeonato, aun sin ganar- lo escoltaron en el podio, sumando puntos valiosos para el campeonato, mientras Piazza sellaba un fin de semana redondo con otro cuarto puesto. El reducido grupo de nueve autos que vio la bandera a cuadros lo completaron Juan Farabello (P5), Luis María Romero (P6), Andrés Kohlmann y Casagrande.
LA PALABRA DEL GANADOR, JOAQUÍN PASCUALE:
Con un arranque vibrante y un cierre condicionado por las neutralizaciones, la tercera cita dejó a Veronesi y Pascuale como los grandes nombres de la jornada. Uno con un triunfo trabajado a pulso, el otro con una victoria sin sobresaltos. Más allá de los podios, la fecha dejó una lección: el sistema de largada invertida para la segunda final podría tener ajustes para evitar que el auto de seguridad sea el protagonista.
LÓPEZ SE QUEDÓ CON UNA FINAL DE GOLPES DE ESCENA
Once máquinas dieron vida a la tercera cita del año de la Clase B de TC del Litoral. Protagonistas estelares del día fueron Patricio “Pato” López (Chevy, Gualeguaychú) y Santiago Pascuale (Chevrolet 400, Baradero), que debutaba en la categoría en binomio con su hermano Joaquín.
La primera final arrancó con Pascuale y López marcando el ritmo desde el semáforo, mientras Cristian Zanandrea se sumaba al trío de punta. En el curvón, en la tercera vuelta, Cristian Reverdito se iba al trompo y perdía todo lo ganado, abriendo la puerta para que Nazareno Carreras, Kevin Alcaraz y Sebastián Almada empezaran a trepar. Por detrás, Richard Moris, Nico Vera y Sebastián Marconi mantenían un segundo tren de batalla.
El golpe de escena llegó a mitad de carrera: Carreras se iba ancho en la 1 y luego, dos giros más tarde, protagonizaba un despiste que llamaba al auto de seguridad. La carrera se comprimía para los últimos cuatro giros, con Almada y Alcaraz acosando a Zanandrea.
LA PALABRA DEL GANADOR, PARICIO LÓPEZ: Facebook
En el relanzamiento, el Chevrolet 400 de Pascuale comenzó a fallar. López casi lo embiste en el retome, pero logró zafar y pasarlo, seguido por Zanandrea y Almada. A poco, Moris abandonaba y, en la vuelta 11, Pascuale se metía en boxes. El destino, sin embargo, aún tenía más para escribir: en el ingreso al opuesto, el 400 de Zanandrea rompía dirección y dejaba vía libre para que Alcaraz saltara del cuarto al segundo puesto, mientras Almada aseguraba el tercero.
La bandera a cuadros encontró al Pato López solo en la cima, cerrando una definición en la que, en menos de un circuito, todo cambió para todos… menos para él. El podio se completó con Alcaraz -conservando la punta del campeonato- y Almada, seguidos por Vera, Marconi y Reverdito, con Zanandrea, Pascuale y Moris sumando desde el fondo.
Fue una final de infarto, con golpes de escena en cadena, que devolvió a López al escalón más alto y lo dejó con una sonrisa de oreja a oreja para encarar la segunda parte de la jornada.
Kevin Alcaraz, Patricio López y Kevin Alcaraz; Santiago Pascuale y Nico Vera.
REVANCHA SERVIDA: PASCUALE SE LLEVÓ LA SEGUNDA
Largada invertida y tablero a cero para la segunda final. Richard Moris, último de los que habían cumplido al menos el 75% en la primera, partía desde adelante, con Santiago Pascuale y Cristian Zanandrea a la expectativa. Pero el arranque duró poco: un despiste de Kevin Alcaraz obligó al ingreso temprano del auto de seguridad, que se retiró recién al cierre del segundo giro.
Liberada la pista, Pascuale no esperó invitación. Con sed de revancha y un Chevrolet 400 encendido, el de Baradero la sació saltando a la punta y, para el tercer circuito, ya había establecido una diferencia clara sobre el uruguayo Moris, Zanandrea y el compacto grupo que peleaba por el resto de los puntos gordos.
En el opuesto, el actual campeón del KAG le arrebató el segundo puesto a Moris y empezó a escaparse del pelotón. Desde atrás, Cristian Reverdito trepaba al tercer lugar y Nico Vera al cuarto, relegando de a poco al Ford de Moris.
LA PALABRA DEL GANADOR, SANTIAGO PASCUALE: Facebook
Promediando la carrera, Vera superó a Reverdito para ver cada vez más cerca el podio, mientras Patricio “Pato” López, con la brida reglamentaria tras el triunfo de un rato antes, ya se metía quinto desde el noveno lugar de partida, sin despegarse de Sebastián Marconi y Nazareno Carreras.
La pelea se encendió en los tramos finales: Reverdito bloqueó en su defensa y obligó a López a un frenaje brusco, maniobra que Marconi aprovechó para pasar a ambos en la curva previa al retome. Con algún inconveniente mecánico, el Pato perdió posiciones ante Carreras y Sebastián Almada, cerrando séptimo, aunque la exclusión del e “Baso” lo reubicó sexto en el clasificador.
En la vuelta 11, el Ford de Moris quedó colgado en el piano previo al curvón y el auto de seguridad volvió a escena, guiando al lote hasta la bandera a cuadros. Sin margen para cambios, la victoria quedó en manos de Santiago Pascuale, que en su segunda final dentro de la categoría estrenó su nombre en lo más alto de la Clase B. Seguridad, ritmo y contundencia: así se llevó una revancha que tuvo sabor a reivindicación.