Saltar al contenido

Dos actos y un campeón: el fin de semana que consagró a Valentín Coffy

A veces, las historias más vibrantes del automovilismo se escriben lejos de los grandes focos, en esos campeonatos donde el talento se mezcla con la pasión y el coraje bruto. Así fue el cierre de la cuarta temporada de la Fórmula 3 Entrerriana, donde tres nombres fueron los más grandes protagonistas: Diego Gevera Stivanello, Malek El Bacha y, sobre todo, Valentín “Tachu” Coffy.

El escenario fue el autódromo de Concepción del Uruguay, un viejo conocido para la categoría, que por séptima vez en el año compartió fecha con Competición Especial Entrerriana. El circuito Nº 3 volvió a ser el teatro donde se desenvuelve esta obra anual de motores, estrategia y sueños en juego.

Pero esta vez, la Fórmula 3E traía consigo once guerreros y dos guerreras dispuestas a escribir el último capítulo de 2025, dividido en dos actos muy distintos.
El primero fue el del sábado: una de esas competencias que solo la F3E suele regalar, con cinco pilotos disputándose el mando como si el liderazgo ardiera en las manos. Joaquín Pagola comandó la apertura, pero el pelotón era un torbellino donde se mezclaban Stivanello (8), los hermanos Coffy—Thiago y Valentín—y el inoxidable Mariano Fornasari.

Fue una carrera frenética, apretada, de esas que obligan al público a seguir el ritmo con el corazón. Y en ese remolino, Diego Gevera Stivanello emergió con autoridad para quedarse con la victoria, su tercera consecutiva en un sábado y una declaración abierta: él era el rival directo de “Tachu” por la corona.

Ayrton Bernay tuvo su mejor actuación del año, arrimándose al grupo de punta con una prolijidad que le devolvió confianza. Tulio Claa también completó, mientras que Renato Longarzo quedó a un giro del final, perdiendo puntos tan valiosos como dolorosos para quien había sabido liderar el torneo.Dos por uno grandioso de Thiago Coffy sobre su hermano Tachu y Fornasari, una maniobra que no sirvió de nada porque al final de la carrera, solo al final, lo esperaba una sanción.

La carrera terminó con polémica en los papeles: Thiago Coffy, segundo en pista, recibió un recargo de diez posiciones por una maniobra peligrosa sobre Gabriel Dalpra que lo había dejado fuera de carrera en la vuelta 4. Un castigo que movió el clasificador, pero no la realidad: el gran ganador seguía siendo Stivanello y su candidatura al título quedaba más viva que nunca.

Pero el domingo… el domingo fue otra historia.
Una historia menos explosiva, más tensa, más de ajedrez a 200 km/h.

Malek El Bacha había firmado la pole y todo indicaba que la largada sería suya. Pero Diego Gevera Stivanello lo sorprendió camino a la curva 2 y tomó la punta, escapándose junto al capitalino en un mano a mano eléctrico. Detrás, Thiago Coffy y Longarzo intentaban seguirles el ritmo, mientras Pagola y Valentín Coffy avanzaban como dos sombras que nunca conviene perder de vista.

En el mismo sector donde el sábado había nacido la polémica ytres vueltas antes Stivanello saltara a la punta, El Bacha devolvió gentilezas: apretado, fino, al límite, recuperó la punta y abrió un nuevo capítulo. Para ese momento, Tachu Coffy ya estaba 5º, posición que lo dejaba como campeón si Stivanello seguía detrás de El Bacha (38).La carrera parecía encaminada al duelo final entre El Bacha y Stivanello… hasta que el destino, siempre caprichoso en este deporte, decidió intervenir.
En la entrada de la mal llamada “curva cero”, Diego hizo un trompo y su auto volcó de manera espectacular, helando el corazón de todos. Por suerte, el piloto salió consciente y luego se confirmó que no había lesiones graves. Pero su abandono transformó el final: el auto de seguridad neutralizó la prueba cuando faltaban apenas dos vueltas.

Y así, en una calma casi irreal—opuesta al drama que se había vivido segundos antes—los autos desfilaron hasta la bandera a cuadros. El ganador, decretado por reglamento y por mérito, fue Malek El Bacha, logrando su segunda victoria en solo cuatro presencias.

Pero el gran nombre del día era otro.

Porque mientras la lluvia de emociones caía sobre Concepción del Uruguay, Valentín “Tachu” Coffy confirmaba lo que había ido construyendo con madurez y frialdad durante todo el fin de semana: era el nuevo campeón 2025 de la Fórmula 3 Entrerriana.

Dos cuartos puestos, dos carreras inteligentes, dos veces acariciando el podio, pero viendo la meta más cerca que nadie.
La fórmula perfecta para un joven piloto que ya sabía lo que era la gloria: campeón del KAG 2019, campeón del Kart Entrerriano 2021… y ahora, campeón de la F3 Entrerriana.Thiago Coffy, Mateo Maffioly (titular del MAF Racing, 1-2} del campeonato) y Renato Longarzo.

Un título que, además, suma un nuevo capítulo en la historia familiar, esa que ya tenía a Thiago como campeón en 2021 y 2022, en esas respectivas divisionales del kart, y a su padre Oscar tres veces en TC 850 y algunas en el motociclismo de velocidad.

La temporada terminó con un final abrupto, inesperado, intenso… como suele ser este deporte.
Y dejando una certeza: la Fórmula 3 Entrerriana, una vez más, cumplió con lo que promete siempre… emocionar hasta el último giro.



Compartir: